Mary Katranzou

Hace unas cuantas temporadas descubrí a Mary Katrantzou una diseñadora griega (Atenas, 1983), que desfila en la London Fashion Week, es arquitecta, diseñadora textil y de moda. Estas dos últimas carreras las cursó en la Central Saint Martins (Londres) y desde entonces no me pierdo ni uno solo de sus desfiles e investigo los detalles de cada uno.

Su desfile de graduación de la Saint Martins estaba compuesto por vestidos de corte sencillo y hombros pronunciados sobre los que se estamparon piezas enormes de joyería (inspiradas en el constructivismo ruso y los carteles de películas de los años 70) que solo de esta manera una mujer hubiese podido llevar al cuello. Aquí Mary Katrantzou marca las que serán las claves de su estilo; los estampados trampantojo y la joyería de grandes proporciones. Con esta colección consiguió dos nominaciones como mejor colección. Su primera colección de pret-a-porter para el Otoño-Invierno 08 constaba de solo 9 vestidos y consiguió posicionarse en 15 de las más prestigiosas tiendas a nivel mundial.

Su primer desfile en Londres fue el que presentó para la temporada Otoño/Invierno 09/10. Para este debut basó su colección en los frascos de perfume antiguos y algunos clásicos de conocidas marcas como Shalimar, Trésor, Samsara, y Midnight Charm. Todo a partir de una frase de Cocó Chanel en la que decía: "Una mujer que no lleva perfume, no tiene futuro".

Las formas y colores de los frascos de perfume se imprimen sobre los tejidos y se adaptan a las formas de la mujer a la vez que en algunos de los modelos ciertas partes del frasco se funden con los patrones creando un efecto mucho más potente mientras que en otros, son las enormes joyas de la diseñadora las que contribuyen a amplificar el efecto de trampantojo.

Para Primavera/Verano 2010 apostó por formas abstractas en sus estampaciones. Formas líquidas, que evocan al cristal soplado, efectos metalizados y de movimiento, que mezclados sobre elaborados patrones conseguían efectos tridimensionales y unas siluetas orgánicas a la vez que futuristas.

En esta colección los estampados van hechos en ordenador e impresos directamente sobre los tejidos, con lo que consigue un color mucho más agresivo y adaptar los diseños a los patrones.

La colección Otoño-Invierno 2010-11 se llenaba de trampantojos de inspiración militar y romántica muy al estilo Napoleón y Josefina, además de joyas y piedras preciosas, comenzando a trabajar esta colección con aplicaciones y bordados que convierten en real la imagen impresa.

En el desfile para Primavera-Verano 2011, Katrantzou presenta su colección con un homenaje al leit motiv de la obra de René Magrite "Ceci n’est pas une pipe" (esto no es una pipa) y que ella tituló "Ceci n’est pas une chambre" (esto no es una habitación), donde lo artístico y lo surrealista se mezcla con viejas imágenes de publicaciones como Architectural Digest y World of Interiors que digitalizó, manipuló y unió para crear estampados simétricos de una profundidad hipnotizante todo esto sobre piezas de confección elaborada y que en algunos casos remiten directamente a los elementos decorativos vistos en las imágenes.

Las faldas con formas de pantallas de lamparas, bordadas y decoradas muy al estilo art decó fueron algo de lo más apalaudido en el desfile.

Los vestidos en los que aparece el clásico esterillado de las sillas Thonet ahora convertido en estructura del vestido o largos volantes. Las cortinas de la imagen se hacen reales gracias a largos flecos o bandas de seda plisada, y los cortinajes con sus estructuras onduladas superiores adornan los vestidos de la imagen inferior.

En palabras de la diseñadora, "Quería que la habitación estuviese en la mujer, en lugar de la mujer en la habitación. Con esta colección ganó el Swiss Textiles Awards, uno de los premios más importantes en el mundo de la moda y que está dotado con la nada despreciable cantidad de 100.000 € en tejidos suizos para sus siguientes colecciones.

Su última colección presentada llegará a las calles el próximo Otoño 2011. Si en la anterior la habitación estaba en la mujer, ahora la mujer esta en medio de la habitación, una habitación de un apartamento aristocrático, y sus prendas reflejan como si de vestido de espejo se tratase, todo aquello que la rodea; porcelanas de Meissen, huevos de Fabergé, biombos de Coromandel o jarrones Ming. Las siluetas de las prendas se inspiran en las que podrían ser las dueñas de estos salones, mujeres como Diana Vreeland, Babe Pailey o la Duquesa de Windsor, y apuntan más hacia la alta costura. Además se amplia la gama de tejidos y aparece el terciopelo, el punto, el lúrex, y el cashemire.

Y si hay algo que destacar de sus colecciones es que aun con tanta fantasía e imaginación que las inunda, sus propuestas no caen en el disfraz o el ridículo, sino que demuestran que se puede hacer moda en todo el sentido de la palabra con prendas que cualquier mujer usaría para una ocasión especial o un día de trabajo. A día de hoy sus colecciones las podéis encontrar en Corso Como 10 en Milán, Corso Como Corea en Seul, Colette en París, Harvey Nichols en Londres, Havana Boutique en Dublin, o Barney's en New York. Sus precios entre los 800 y los 1.000 euros por vestido, pero ya ha hecho alguna colaboración con Top Shop y Six Scent, para que nos sea más fácil acceder a sus creaciones, aunque cualquiera de sus prendas es una inversión que si no usamos podremos colgar en cualquier pared y dentro de poco ocupará museos.

Para conocer más sobre toda su obra y su trabajo os dejo este link donde encontraréis un maravilloso artículo sobre su trayectoria y modus operandi, escrito por Karina Estrada para la revista tomo.