Anoche fue el último concierto de Madonna en España y en definitiva no es solo la Reina del pop, sino también del estilo. Cada vez que selecciona a un diseñador para su vestuario, este entra en la historia de la moda gracias a las creaciones que haga para la Diva. Y en esta ocasión para el Sticky & Sweet tour, los ocho cambios de vestuario del espectáculo son uno de los aspectos más cuidados de la gira, y aunque los diseñadores elegidos son muchísimos, el que más destaca por haber creado 3 outfits en exclusiva para ella es Ricardo Tisci de la Maison Givenchy.
El concierto que se divide en cuatro partes, la primera parte titulada Pimp se plantea como un "homenaje al art decó de los años 20, junto con unos toques gangsta".





En el segundo tramo "Old School" Madonna regresa a los años 80 en NY vistiendo ella un conjunto deportivo de Jeremy Scott, adornado con cinturón de Yves Saint Laurent SS/08, y gafas de sol en forma de corazón de Moschino las cuales arroja al público en cada concierto. En una primera parte luce zapatillas deportivas para luego cambiarlas por estas cuñas deportivas.

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El tercer bloque "Gipsy" con ecos folk y música rumana se inicia con la maravillosa capa de Givenchy inspirada de la última colección de Alta Costura.



Para el cierre llego "Rave" donde se mezcla una estética futurista con la oriental. Vestida con pantalones de Cavalli, botas de Miu Miu y piezas diseñadas por su estilista durante los ultimos 10 años Arianne Phillips, quien fue nominada a un Oscar por el vestuario de "Walk th line".

